Día del trabajador, peña folklorica.

Un nuevo Primero de Mayo Hace ya 124 años que la clase obrera mundial demostró su carácter internacional como expresión de los intereses de la humanidad. En la primavera de 1886 había crecido el movimiento a favor de la jornada de ocho horas. En Estados Unidos, la principal organización obrera, denominada la Muy Sagrada Orden de los Caballeros del Trabajo, estaba discutiendo un plan de acción al respecto de acuerdo con el llamado de la Segunda Internacional. Votaron una masiva huelga general a ser realizada el 1ro de mayo de ese año. Más de 350.000 obreros en 11.562 establecimientos acataron el llamado al paro. En la ciudad de Chicago, los huelguistas, dirigidos por el militante socialista Alberto Parsons y por el anarquista Augusto Spies, paralizaron la ciudad al grito de “muerte a los enemigos de la humanidad”. Ese día una movilización obrera frente a la fábrica de maquinaria agrícola McCormick de esa ciudad, fue salvajemente atacada por la policía y por destacamentos parapoliciales a sueldo de las patronales, siendo asesinados muchos obreros. En respuesta Parsons y Spies convocaron a una movilización de repudio que se realizó en la Plaza Haymarket tres días más tarde. El 4 de mayo miles de obreros y más de 200 policías se hicieron presentes y, cuando casi finalizaba el acto, una bomba explotó hiriendo a 76. La policía disparó contra la multitud hiriendo a más de 200 y matando más de una docena de obreros. Ocho militantes anarquistas y socialistas fueron acusados de instigar a la violencia y fueron detenidos. Luego de un juicio sin justicia, Parsons (impresor), Spies (tapicero) junto con Adolph Fischer y George Engel fueron ejecutados. El carpintero Louis Lingg se suicidó en su celda producto de las torturas policiales. La clase obrera mundial se movilizó en defensa de los Mártires de Chicago y en reclamo de la jornada de ocho horas, logrando que eventualmente los tres activistas restantes recuperaran su libertad. Tres años más tarde la Segunda Internacional obrera y marxista, en memoria de estos mártires, declaró el 1ro de mayo como jornada mundial de lucha obrera e internacionalista. Los obreros argentinos se sumaron combativamente a este llamado. Ese año, se movilizaron en Buenos Aires, en Rosario, en Bahía Blanca y en Chivilcoy ganando las calles con sus reclamos. Desde 1890 los obreros del mundo conmemoran los 1ro de mayo su derecho a la emancipación. Hace casi treinta años una nueva investigación en torno a los hechos de la Plaza Haymarket reveló que la bomba la había lanzado un provocador a sueldo de la patronal. Desde ese día la burguesía ha realizado grandes esfuerzos para que los trabajadores del mundo se olviden del contenido combativo, internacionalista y solidario del Primero de Mayo. En Estados Unidos han borrado esas jornadas de la historia hasta el punto que los trabajadores ni siquiera conmemoran el día. En otros países han convertido el Primero de Mayo en un día de fiesta con un feriado desmovilizador.
Aun en los momentos de desazón y de derrota, aun cuando todo parece apatía y desmovilización la experiencia clasista de jornadas con las del Primero de Mayo emergen para cohesionar la clase y para recordarnos que fue y sigue siendo el principal reservorio de todo lo positivo que tiene la humanidad.

Este año Rosario se sumo al recuerdo por dicha fecha con una peña folklorica con Peteco Carabajal como número principal, antecedido por varias bandas, las cuales recorrieron los aspectos más relevantes del folklore argentino, haciendome descubrir cuanto me gusta esta música.




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"Decimos: "Haz como la hormiga, que trabaja todo el día" ¡No sabemos cuán jóvenes mueren!" 
Roberto Fontanarrosa.
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